PROTO EPARQUÍA DE IBERIA
PROTO EPARQUÍA DE IBERIA

Sunday, July 30, 2006

El Muro Invisible.-






Noadibú. Ciudad en la costa norte de Mauritania. El día 15 de marzo del 2006 la Media Luna Roja dio una voz de alerta al anunciar que en los últimos 6 meses habían desaparecido más de 1.300 personas en el mar al intentar alcanzar el “sueño europeo”, o mejor valdría decir al intentar huir de la pesadilla de la pobreza y las guerras que asolan al continente africano. Es esta pesadilla la que hace que cientos de miles de africanos y africanas abandonen sus tierras y su familia en un largo y penoso viaje hacia las costas o bien a los bosques cercanos de Ceuta y Melilla, dos ciudades africanas en el norte de Marruecos pero bajo administración española, ciudades-botines que aún quedan de la colonización. Sin embargo, tan sólo dos de cada diez personas que emprenden este viaje logran realmente llegar a la frontera, ahí se prepararán para saltar la valla que los separa de estas dos ciudades o se echarán al mar en una frágil embarcación con la esperanza de saltar también ese muro invisible que es el mar.

Esta voz de alarma se hace eco de lo que ya diferentes organizaciones han anunciado: la catástrofe humana que significa el querer atravesar el muro, convertido en valla o en mar. La Asociación Marroquí de Familiares de Víctimas de la Inmigración Clandestina (AFVIC), en un exhaustivo seguimiento a esta situación, señala que entre 1997 y el 2001 se han recuperado, en ambos lados del Estrecho de Gibraltar, 3.286 cadáveres de inmigrantes ahogados, pero por cada cadáver recuperado estiman que hay tres desaparecidos.

Es decir, estamos hablando de más de 13 mil personas que han perdido la vida, tan sólo en la ruta del Estrecho de Gibraltar, que es la ruta mas frecuentemente utilizada para llegar a Europa desde África, o al menos lo era antes de que la Unión Europea otorgará a Marruecos el papel de gendarme fronterizo, papel que ha cumplido a cabalidad gracias al aporte financiero, tecnológico y militar que la Unión Europea ha realizado.

Otra de las rutas mas transitadas es la que lleva hasta la costa norte de la República Democrática Árabe Saharaui, a la capital de El Aaiún, invadida y ocupada por más de 30 años por el gobierno marroquí. A 100 km. de El Aaiún está la isla de Fuerteventura, perteneciente al archipiélago de las Islas Canarias. Son 100 km. de mar, que en el mejor de los casos se hacen en 24 horas. Son 24 horas en unas frágiles embarcaciones que llaman pateras, hechas de madera, recubiertas de alquitrán, de no mas de 10 metros de largo. Este viaje en pateras lo hacen generalmente con mas de 25 personas a bordo, lo que dificulta aún mas la estabilidad del barco, en un mar con olas de 4 metros de alto y sed de pateras.

Otras decenas de miles intentan llegar a los bosques de Ben Yunech y Gurugú y esperar el momento oportuno para saltar las vallas que separan a Marruecos de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Pero no hay momento oportuno: Son vallas de 3 a 6 metros de altura y de 20 kilómetros de largo. Están fabricadas de alambre con filos tipo navaja y equipadas con luces de alta intensidad, videocámaras de vigilancia, equipos de visión nocturna y detectores subterráneos de movimiento, además de ser constantemente patrulladas tanto por la Guardia Civil española como por la gendarmería marroquí.

Franco Franttini, comisario europeo de Justicia e Interior, afirma que hay alrededor de 30.000 inmigrantes esperando saltar la valla. El Ben Yunech y Gurugú se han poblado bruscamente para cobijar bajo sus árboles a quienes mañana darán el salto, son árboles-escaleras.
A finales de Octubre del 2005 trascendió a los medios de comunicación el asesinato de 14 personas que alzaron sus escaleras de madera para saltar las vallas. Tanto el gobierno de Marruecos como el de España, en una cínica partida de ping pong se van pasando la pelota.


Quema.., pero no tanto. Los que no son asesinados son encarcelados, entregados a Marruecos, y frecuentemente abandonados en el desierto. La ONG Médicos del Mundo, Amnistía Internacional, Orden Bonaria y el Frente Polisario son algunos de los que han encontrado aún con vida a muchos de estos abandonados. Todas estas organizaciones saben que el desierto es un cementerio mas.

Mientras, la Unión Europea se reúne y decide “colaborar” y detener esta tragedia. Destina más de 200 millones de euros para aumentar el tamaño de las vallas de Ceuta y Melilla, aumentar el número de funcionarios que vigilan las fronteras y potenciar el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), un sofisticado dispositivo que permite a través de satélites, detectar la ubicación de pateras en el estrecho de Gibraltar y en el Océano Atlántico. Pero mientras la pobreza y la guerra continúen el flujo migratorio no se detendrá, como ha quedado demostrado en estos primeros meses del 2006.

Ya salen menos pateras desde Marruecos y desde el Sahara gracias a la implementación del SIVE, pero ahora los puntos de partida son desde mas al sur, lo que indudablemente aumenta los riesgos de muerte para los migrantes. Desde Noadibú en Mauritania hasta las Islas Canarias son 800 km., es decir, aproximadamente tres días de navegación. Desde ahí ya no salen en pateras, sino en cayucos, embarcaciones un poco mas grandes y estables, pero no tanto como para garantizar la llegada. En estas embarcaciones aproximadamente de 20 metros de largo y 3 de ancho, viajan hasta 80 personas. Antes de partir, cargadas de miedo y esperanzas, tienen el gusto (Viva África!) de decorarlas, convirtiéndolas en una obra de arte, quizás para espantar el color blanco de la muerte. Y disculpen el matiz trágico, pero no es para menos. La ONG Médicos del Mundo, radicada en Noadibú, avalan el citado informe de la Media Luna Roja al señalar que tan sólo llegan la mitad de los que salen. Desde enero a julio del 2006 han llegado a las Islas Canarias por esta vía alrededor de 10 mil personas. Saquen la cuenta.

Pero hay otra trágica variante que incrementa las probabilidades de muerte: la Unión Europea ha implementado acuerdos con Mauritania para que controle sus costas y evite la salida de migrantes. La consecuencia no podía ser mas previsible: ahora están saliendo desde St. Louis, al norte de Senegal. El trayecto desde ahí es de 1.600 kilómetros, la duración: una semana por lo menos. Y siguen saliendo en miles, y siguen muriendo en miles.

Mientras, la Unión Europea sigue fortificándose, el 7 de junio de 2006 una Armada de la OTAN atracó en Gran Canaria con el objetivo de frenar la migración. Por otro lado, la dificultad de obtener visas europeas es cada vez mayor, aunque en abril del 2006 el ministro del interior francés, Nicolás Sarkosy, propuso aumentar el número de visas que otorgaría Francia a sus embajadas y consulados en África, una condición: esas visas serán otorgadas a quienes tengan una educación superior, lo que contribuye también a la fuga de cerebros, que en este caso parece más robo que fuga (pero no será el “nivel educativo” de los futuros migrantes lo que impida que en Francia sigan ardiendo los autos). Los datos en relación a la fuga-robo de cerebros son también escalofriantes: tan sólo por poner un ejemplo, 3 de cada 10 médicos graduados en Ghana se marchan a Europa y a Estados Unidos.

Por otro lado, Europa admite que necesita de los inmigrantes para poder vivir, recordemos que Europa es un continente donde la población mayor de 60 años, en la mayoría de sus países, corresponde a más del 30 %. En España son los inmigrantes quienes mantienen la seguridad social, ellos aportan casi el 30 % de los fondos de la seguridad social. Además, es el trabajo de estos mismos migrantes, muchas veces en condiciones de precariedad laboral, lo que ha contribuido al desarrollo económico de grandes regiones, como el sur de España. Así sucede en los países europeos con mayor población migrante, como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, donde a pesar de la necesidad latente de mano de obra migrante existen duras leyes que a la vez que persiguen a esta misma población migrante clandestina, también los perpetúa en esa condición de clandestinidad. Pareciera que existe un interés en que permanezcan jurídica, social y psicológicamente como personas de segunda categoría.

EL CHIVO EXPIATORIO

En las Islas Canarias la situación es de alarma, ya los medios han hecho lo suyo al caracterizar esta llegada de inmigrantes como una “invasión” o “avalancha”, se ha inoculado la idea de que “los inmigrantes vienen a ocupar nuestros puestos de trabajo”, cuando no hay nada mas alejado de la realidad que este concepto. Estudios financiados por el mismo gobierno español determinan que España necesitaría al menos 1,1 millones de inmigrantes para cubrir en el 2010 el déficit de mano de obra.
Estos medios de comunicación tampoco hablan de las deportaciones masivas, ni de las encarcelaciones. Los que logran llegar a las islas son detenidos durante 40 días en lo que eufemísticamente llaman centros de retención, una vez cumplida la condena muchos son “repatriados” (otro eufemismo, o mas bien mentira, pues en muchos casos ni siquiera son devueltos a sus países de origen, sino mas bien abandonados a su suerte en el país desde donde se embarcaron).


Eso si, han encontrado a quien echarle la culpa de esta tragedia: las mafias, esas redes de personas inescrupulosas que engañan a los incautos inmigrantes para montarlos en una barca, echarlos al mar y jurarles que en pocos minutos estarán en España. Los mafiosos “patrones”, aquellos que maniobran la barca, tienen que cumplir 7 años de cárcel. Alí, un joven saharaui que tuvimos la oportunidad de conocer en Canarias, estuvo preso junto a tres compañeros, acusado injustamente de ser ayudante del patrón. Cumplía con todos los requisitos para serlo: era árabe y fue detenido en el desembarco de una patera en la playa. Suficientes indicios, aunque quizás no tanto pues finalmente, luego de 9 meses de cárcel, logró salir y hoy espera sin esperar tener algún día los papeles que le den existencia legal.

También tuvimos la oportunidad de conocer a periodistas responsables que en su trabajo de investigación se han tenido que trasladar a África en busca de las tales mafias, ninguno de ellos ha regresado con datos que confirmen la presencia de las mismas. Uno de ellos, José Naranjo, periodista del diario canario La Provincia lo sintetiza de la siguiente manera: “decimos: ´La culpa es de las mafias que se benefician del sufrimiento de los seres humanos’ y no pensamos que la culpa es realmente nuestra por la dureza con la que hemos levantado un muro invisible.

Yo siempre he puesto en tela de juicio la propia existencia de las mafias, he tenido oportunidad de estar en El Aaiún, en Mauritania, en Malí, en Marruecos y no he podido constatar la existencia de mafias como tal. Si que hay gente que obtiene dinero a cambio de trasladar a los inmigrantes, pero eso es lo que hace Iberia o Transmediterránea, cobrar por trasladar, si los inmigrantes acuden a ese tipo de personas es porque las embajadas europeas no dan visado, si las embajadas europeas dieran visado de entrada seguro que no acudirían a eso, además les saldría mucho mas barato”.

Pero para muchos la culpa seguirá siendo de las mafias.

LO QUE EL COLONIALISMO NOS DEJÓ

¿Por qué emprenden este viaje trágico tantos miles de africanos? Por la pobreza. Cada vez más hay un acuerdo sobre esta causa, pero sin mayores desarrollos e incluso con conceptos errados. Dicen “África es pobre”, cuando la realidad los desdice, África es uno de los continentes mas ricos del mundo, pero ha sido empobrecido por las políticas coloniales de explotación y saqueo de los recursos naturales. Países como la República Democrática del Congo está considerado como uno de los países más ricos, en él podemos encontrar múltiples recursos como el coltán, oro, diamante, petróleo, madera, agua, biodiversidad. Sin embargo, es un país sumamente empobrecido y diezmado por la guerra. Guerra que ha sido considerada la catástrofe bélica más grande luego de la segunda guerra mundial.

Fue una guerra que contó con el entrenamiento en técnicas de tortura de los especialistas militares estadounidenses, belgas, franceses, ingleses e israelíes, y que cobró la vida de más de 6 millones de africanos. Tan sólo en 4 meses –de abril a julio de 1994- murieron un millón de personas en Rwanda, país limítrofe con el Congo. La ecuación salta a la vista: países ricos en recursos naturales + intereses de las multinacionales (apoyados militarmente por los países europeos y Estados Unidos) = muerte, pobreza, saqueo.

En este genocidio congoleño, el interés principal era apoderarse del Coltán, mineral imprescindible para la fabricación de teléfonos móviles y misiles (en ese orden). El Congo, con el 80 % de los yacimientos mundiales de este mineral, se colocó en la mira.

Quienes no sufrieron pérdidas fueron las grandes empresas de telefonía móvil, como Motorola, Ericsson, Nokia, Sony, Siemens, que en tan sólo 5 años han tenido un incremento en ventas de más del mil por ciento, siendo ésta la industria mas boyante de los últimos tiempos. Ni mucho menos los gobiernos europeos exportadores de armas. Para muestra un botón: África es el principal destinatario de las municiones fabricadas en España. Tan sólo en el 2004 España vendió a Ghana 37 millones de cartuchos.

Pero para estos genocidios también tienen su chivo expiatorio: las guerras étnicas como en el caso del Congo, o bien la sanguinaria tiranía de un dictador, como en el caso de Charles Taylor en Sierra Leona. Lo que nunca vemos en los medios es el papel directo de las potencias europeas y estadounidense en la perpetuación de esta situación de saqueo y el mantenimiento militar de regimenes títeres. Ya también sabemos lo que hacen con aquellos que no quieren ser títeres, como Lumumba, en el Congo, asesinado en 1961 con la participación de la CIA y el servicio secreto belga, o Thomas Sankara, presidente de Burkina Faso, asesinado en 1987. O mas recientemente, acciones como las que realizó la aviación francesa, país de la “libertad, igualdad y fraternidad”, promotor de los derechos del hombre, al disparar sobre una manifestación de civiles en el 2004 en Costa de Marfil, asesinando a casi más de 60 persona. Y los ejemplos se multiplicarían ad infinitum.

A fin de cuentas, tal como afirma el Forum Internacional para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos, liderado por Adolfo Pérez Esquivel, “lo que sucedió en Rwanda no fue un genocidio planificado por los hutus, sino un cambio de régimen, un golpe de estado apoyado por potencias extranjeras con fuerte interés económico en la zona. Este conflicto es sobre todo la historia del pillaje y la lucha por el control de la explotación de los riquísimos recursos naturales del Congo”. Y añadía acertadamente: “No se cometen las masacres porque sí, hay planes perfectamente diseñados de dominación cuyo objetivo es el saqueo de los recursos, de sus riquezas. Son pueblos riquísimos empobrecidos".

Recordemos también que la historia del saqueo africano tiene una profunda y trágica huella histórica con la masiva deportación de africanos hacia América. Según un experto de la UNESCO, las pérdidas humanas se elevaron a 200 millones de personas durante los tres siglos que duró la trata de esclavos. Estos esclavos fueron los que permitieron el impulso de Estados Unidos como potencia mundial, pues gran parte de su riqueza se construyó a partir de la producción algodonera, sustentada por el trabajo gratuito de estos esclavos africanos.

Según historiadores estadounidenses el trabajo gratuito de los esclavos producía el 75 % del algodón mundial. El agradecimiento de los colonos blancos después de la abolición de la esclavitud no se hizo esperar: un negro era colgado y quemado en promedio cada dos días.
Todos estos elementos están muy presentes todavía en el africano. Son 56 millones de migrantes en Europa. Dieciocho de ellos provenientes de África. Es una fuerza en potencia. Muchos lo saben, y no caen en el discurso mal llamado “integrador”, que busca mas bien alienarlos al sistema que mal los acoge. Tienen sus raíces en África. Aman a África. Viven África desde Europa. Y aunque las leyes europeas los mantienen como ciudadanos de segunda clase, sus ojos miran con certeza. Saben cual es la salida, claman por la unidad africana. Son orgullosos. Afortunadamente. Para muchos de ellos la solución se sintetiza en aquella frase que dijo el expresidente de Tanzania Julius Nyerere cuando le ofrecieron ayuda económica de Europa: “no necesitamos que nos echen una mano, basta con que nos quiten el pie de encima”.


Desde la Proto Eparquía, y la Orden Bonaria, somos conscientes del apoyo moral y material que debemos dar a nuestros hermanos africanos, estamos para ayudarles...

Posted by ORDEN BONARIA :: 7:58 AM ::
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