PROTO EPARQUÍA DE IBERIA
Thursday, October 27, 2005
UNO PUEDE SENTIR...
Estimados hermanos en Espíritu:
A veces, solo a veces, uno puede descubrir en su interior, una fuerza indescriptible, fuera de lo normal, una parte microscópica que Dios puso de si mismo dentro de cada uno de nosotros, su esencia.
Que en ocasiones nos sorprende haciendo presencia en conversaciones o en situaciones sin que nosotros podamos percibir su actuación, viendo el resultado horas o días después.
Este es el caso que os quiero relatar a continuación:
Después de entablar cierta relación con un Ex funcionario publico, el cual tenia y tiene un serio problema con el alcohol, de intentar convencerlo que lo dejara, ya que se esta matando poco a poco y que no tiene ningún derecho a hacerlo, ya que hay muchas personas que quieren VIVIR Y POR CAUSAS DE LA VIDA MUEREN, y él que puede vivir con dignidad, decide matarse de esta manera.
Pues bien, la sorpresa ha sido, para mí de incalculable valor, cuando me comento que estaba en tratamiento para desintoxicarse del alcohol y posteriormente, una vez curado, su intención de pertenecer a la Santa Iglesia Ortodoxa y trabajar para ella.
Son estos pequeños actos de personas desconocidas, que hacen que la Fe de uno se vea incrementada de sobremanera, dando gracias a Dios por haberme encaminado en esta labor tan maravillosa. Son pequeños éxitos que te hacen desear el poder ayudar a mas y mas gente con problemas o sin ellos.
Pido a Dios encarecidamente, que nos de fuerzas para seguir con esta labor sin desfallecer en ningún momento.
SALMO 86
ORACIÓN EN LA ADVERSIDAD
Este salmo nos sirve para las situaciones urgentes de la Vida, el crecimiento del Alma, del espíritu y del corazón. – No hay temor de ningún tipo: Dios es nuestra protección.
Escúchame Señor, atiéndeme,
pues soy pobre y desdichado;
guarda mi vida, pues soy tu amigo;
tu eres mi Dios,
salva a este siervo tuyo que en ti espera;
ten piedad de mi señor,
pues te estoy llamando a todas horas;
alegra el corazón de esta siervo tuyo,
pues hacia ti, Señor, levanto mi alma.
Señor, tu que eres bueno y que perdonas,
lleno de piedad para los que te invocan,
Señor escucha mi plegaria, Señor,
atiende a la voz de mi suplica;
en el día de mi angustia yo te llamo
porque tú siempre me escuchas.
Entre los dioses, Señor, no hay nadie como tú
ni hay obras semejantes a las tuyas.
Todas las naciones que tú hicíste vendrán a ti, Señor,
para adorarte y glorificar tu nombre.
Tú eres grande y haces maravillas
pues tú eres el único Dios.
Enséñame tus caminos Señor,
para que yo camine en la verdad;
haz que mi corazón reverencie tu nombre.
Te alabaré de todo corazón, Señor, Dios mío,
ensalzaré tu nombre eternamente,
pues tu misericordia conmigo fue tan grande,
me has liberado del fondo del abismo.
Oh Dios, unos arrogantes se alzan contra mi,
una banda de violentos quieren acabar conmigo,
y tú les tienes sin cuidado.
Mas tú, Señor, misericordioso y compasivo,
paciente y lleno de Amor y de lealtad,
ven conmigo, ten compasión de mí;
da tu fuerza a este siervo,
salva al hijo de tu sierva,
dame una prueba de tu Amor,
para que mis enemigos lo vean y se avergüencen, pues tú, Señor, me ayudas y consuelas.