PROTO EPARQUÍA DE IBERIA
PROTO EPARQUÍA DE IBERIA

Monday, October 23, 2006




ORDEN BONARIA

Posted by ORDEN BONARIA :: 8:53 AM ::
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Saturday, October 21, 2006

ORÍGENES DEL MONAQUISMO.-


Si en todos los países y en todas las épocas de la historia religiosa han aparecido movimientos de espiritualidad, tendentes hacia una vida más evangé­lica, éstos se manifestaron de un modo espectacular en la provincia siria durante los siglos IV, V y VI.


¿Quién fue el primer cristiano que se retiró a la soledad para vivir «la vida angélica»? ¿Cuándo apareció la vida monástica en Siria? Preguntas hasta hoy sin respuesta. La Historia religiosa de Teodoreto de Ciro, documento básico para conocer la vida de los primeros gigantes de la ascesis siria, nada nos dice del origen del movimiento monástico.


Hasta hace algunos años, se creía que el monacato sirio derivaba directa­mente del egipcio, ya que se pensaba que el movimiento nació en el Valle del Nilo y de allí se extendió a Siria, Mesopotamia y Palestina. Hoy, en cambio, nos inclinamos por un origen autónomo del monacato sirio, acaso paralelo al egipcio.


El monacato sirio parece haber nacido fuera de toda influencia extranjera. Esto no quiere decir que, en una etapa posterior, no haya habido intercambios de influencias entre las instituciones sirias y egipcias. «Creo, escribe J. M. Fiey, que hoy se está de acuerdo en afirmar que el fenómeno monástico y después el cenobitismo nació y se extendió, independientemente y casi simultáneamente, en Egipto y en Palestina-Siria-Mesopotamia. Pero mientras el primitivo mona­cato egipcio tiene figuras conocidas: Antonio, Pablo, Macario, etc., el monaca­to sirio no ha conservado el recuerdo de sus grandes antepasados».


No es exagerado si decimos que Siria estuvo en la vanguardia del movimien­to monástico y que conoció una vida religiosa tan próspera, si no más, como Egipto. Es sabido que el historiador eclesiástico Teodoreto, obispo de Ciro, quiso demostrar, entre otras cosas, escribiendo su Historia religiosa, que los monjes sirios no eran inferiores a los del Valle del Nilo ni en número, ni en santidad, ni en proezas ascéticas. El obispo historiador les compara, por su número, a las innumerables flores que brotan cada primavera en los campos, donde cada una exhala su perfume característico (XIV).


Sin embargo, la historia del monacato sirio bajo sus dos formas: anacorética y cenobítica, es casi desconocida. «La historia del monacato sirio y de sus instituciones, escribe S. Jargy, ha sido la menos estudiada y, por eso mismo, la peor conocida».


No poseemos un estudio de la primitiva vida monástica siria, ni una lista de sus monasterios, ni la biografía de sus fundadores. Esta penuria de datos se debe a la carencia de documentos antiguos. Aparte de san Juan Crisóstomo y Teodoreto de Ciro que escribieron sobre la vida de los monjes sirios, raros son los autores que nos hablan de la primitiva vida monástica en Siria. No nos queda otro recurso, si queremos conocer las instituciones monásticas, que la investigación arqueológica, por cierto muy rica y poco explorada hasta la fecha. La investigación arqueológica será la fuente principal del presente estudio y gracias a ella nos será posible reconstruir, en parte, la vida de los monjes de los primeros siglos.


La historia religiosa de este período se caracteriza por una búsqueda de nuevas formas de vida cristiana. En efecto, Siria es el terreno fértil donde aparecen las más originales manifestaciones de vida solitaria, profundamente marcadas por el espíritu individualista de la raza. Todas las formas de ascesis cristiana se dan cita en las soledades sirias, desde el cenobitismo civilizado hasta el anacoretismo semisalvaje.


Teodoreto de Ciro se complace en enumerar las singularidades carismáticas de sus conciudadanos y las técnicas ascéticas de sus monjes cuando escribe:


El enemigo común de los hombres, en su deseo de conducir la raza humana a su perdición, ha encontrado innumerables vías de vicio. Paralelamente las criaturas de la piedad (los monjes) han descubierto diferentes escaleras para subir al cielo. Los más, innumerables, se reúnen en grupos (...), otros abrazan la vida solitaria (...), hay quienes habitan bajo tiendas o en cabañas, otros prefieren vivir en cavernas o en grutas. Muchos no quieren saber de grutas, ni de cavernas, ni de tiendas, ni de cabañas y viven a la intemperie, expuestos al frío y al calor (...). Entre éstos, hay quienes están constantemente de pie, otros sólo una parte del día. Algunos cercan el lugar donde se encuentran con una tapia, otros no toman tales precaucio­nes y quedan expuestos, sin defensa, a las miradas de los que pasan (XXVII).


Téngase en cuenta que los monjes sirios, y más particularmente los anacore­tas, gozaban de una gran libertad para organizar su vida. En general, vivían libres como los pájaros del cielo, sin reglamento de vida, ni superior, al menos los del primer período que va hasta el concilio de Calcedonia, año 451. Las sagradas escrituras, las máximas de los ancianos y, sobre todo, la iniciativa personal, eran las normas sobre las que basaban su espiritualidad. Cada solitario consultaba sus fuerzas y, siguiendo el carisma que le dictaba la conciencia, se comportaba como le parecía. Gracias a esta libertad de organiza­ción, el monacato sirio produjo los más pintorescos y variados ejemplos de vida monástica. Sin pretender ser exhaustivos, enumeraremos las diversas categorías de monjes que marcaron al monacato sirio.


Los estacionarios o los monjes que se condenaban a la statio o inmoviliza­ción absoluta. Se imponían como regla estar siempre de pie, sin hablar ni alzar los ojos, sin extenderse para dormir. «Entre éstos, anota Teodoreto, hay quienes están constantemente de pie, otros sólo una parte del día» (XXVII).


Teodoreto enumera entre los primeros a Moisés (XXIII), Antíoco (XXIII) y Zebinas. Este, no pudiendo conservar, al final de sus días, la posición vertical todo el tiempo, se valía de un bastón como apoyo (XXIV). Su discípulo Policronio, llegado a viejo, se dejó persuadir por Teodoreto, y se construyó una estrecha celda. Apoyaba su cuerpo en la pared y asi evitaba las caídas (XXIV).


La statio prolongada agotó tanto a Abraham de Carres que no pudo caminar más (XVII). Abba «pasaba el día y la noche de pie o arrodillado, ofreciendo oraciones a Dios» (IV).


Otros, para mantenerse en posición vertical, sobre todo cuando dormían, se ataban a un poste o se hacían pasar una cuerda debajo de los sobacos (XXVI) o se ataban a una viga del techo.


Esta terrible ascesis seguía practicándose en el siglo X, ya que el célebre Rabban Yozedeq de Mesopotamia «estaba constantemente de pie y caminaba siempre, ya orase, ya recitase los salmos». Cuando, vencido por el sueño, su cuerpo le pedía un poco de descanso, se acostaba sobre una tabla inclinada con el fin de que sus pies tocasen tierra y así dormía.


Los dendritas, del griego donaron, árbol. Eran anacoretas que vivían en los árboles, imagen de nuestros antepasados paleolíticos. Construían sobre las ramas una especie de cabana y allí pasaban su vida. Otros se privaban de este «lujo», como el dendrita que vivía en el siglo VII en un gran ciprés junto al pueblo de Irenin, provincia de Apamea. La providencia le permitió caer al suelo varias veces. Para evitar este inconveniente, se ató al tronco del árbol con una cadena de hierro. Así, cuando perdía el equilibrio, no llegaba al suelo, sino que quedaba suspendido entre cielo y tierra, esperando la llegada de un alma caritativa que le pusiese en posición vertical.


La ascesis dendrita emigró de Siria a occidente, ya que vemos, en el siglo XIII, a san Antonio practicando este género de penitencia junto a Padua. El santo se hizo construir una especie de cabaña entre las ramas de un gran nogal y allí pasó los últimos días de su vida.


Los acemetas, del griego akemetoi o «los que no duermen». Los sirios les llamaban chahore «o los que vigilan». Eran monjes que vivían en comunidad y se turnaban por grupos en el coro con el fin de asegurar, día y noche, la laus perennis o la recitación continua del oficio divino. Los acemetas interpretaban a la letra las palabras de Jesús: «Es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer» (Le 18, 1). De esta manera la comunidad, en cuanto tal, no dormía y estaba siempre presente en la oración. El tiempo no ocupado por la oración, lo empleaban en el apostolado y en el servicio a los necesitados.


Aunque esta institución prosperó, sobre todo, en la región de Constantinopla, tuvo sus orígenes en Siria. Alejandro, su fundador (muerto en el 430), se estableció primeramente a orillas del Eufrates, jefe de una comunidad de varios centenares de monjes. Aquí ejerció un fecundo apostolado en la conversión de las tribus árabes de la estepa. Después, queriéndose instalar en Antioquia, se encontró con la oposición del obispo Flaviano y, buscando cielos más clementes, emigró a Bizancio.


El cenit de la más ruda ascesis fue alcanzado por los monjes-pastores o boskoí, en griego. Este es un término usado por el historiador Sozomeno para designar a ciertos ascetas de costumbres salvajes. Vivían a la intemperie, en la campaña, caminando a cuatro patas como los animales y alimentándose de hierbas que pacían a la manera de las ovejas. Los obispos Lázaro y Jacobo provenían de esta categoría de anacoretas.


Los más desconcertantes anacoretas que poblaron las soledades sirias fue­ron los dementes, dementes por Cristo, saloi, en griego. Estos, para practicar la humildad y el desprecio de sí mismos, vagabundeaban de día por los pueblos, haciéndose pasar por débiles mentales o poseídos del demonio. La noche la consagraban a la oración solitaria e intensa.


El más ilustre representante de esta categoría de anacoretas fue san Simeón el Loco, cuya vida fue escrita por su contemporáneo Leoncio, obispo de Neápolis en Chipre (muerto en el 650). Originario de Emesa, hoy Homs, Simeón pasó 39 años de vida solitaria a orillas del río Arnón, en la región oriental del mar Muerto. Cansado de estar solo, decidió volver a su patria y dar ejemplo inaudito de humildad a sus conciudadanos. Llegado a Emesa, entró a la iglesia en el momento en que se celebraban los santos misterios. Provisto de un tirabeque y de nueces, orientó su puntería hacia el altar, apagando una a una las velas. Después subió al pulpito y comenzó a bombardear a las mujeres con los proyectiles que le quedaban.


Su conducta excéntrica llegó a la inmoralidad fingida. Un comerciante de vinos llegó a la conclusión de que Simeón no era tan loco como le creían en Emesa y le dio trabajo en su casa. Simeón, para huir de la vanagloria y hacer cambiar a su amo de parecer, se propuso algo insólito. Durante la noche se filtró en la alcoba donde dormía la mujer del comerciante y se hizo sorprender por el marido. Echado de la casa a grandes gritos, el comerciante repetía, a quien quería oírle, que Simeón era el más perverso de los hombres. Esto era precisamente lo que buscaba el asceta. La santidad de Simeón fue reconocida después de su muerte.


Los vagabundos, con este término queremos designar a las malas hierbas de la pradera de Teodoreto. Eran monjes que, abusando de la virtud de los otros, erraban de pueblo en pueblo, de casa en casa, perturbando la paz de la Iglesia y del Estado. Era la mejor manera, según ellos, de manifestar su condición de extranjeros y advenedizos en este mundo.


Sustrayéndose a toda disciplina, se imponían la más rigurosa ociosidad. «Por su conducta no son monjes, dice de ellos el obispo Isoyahb, y por su hábito no son seglares». San Jerónimo, desde su retiro de Caléis, lanza contra esta categoría de monjes las invectivas más virulentas de su pluma.


Los vagabundos fueron condenados por diversos concilios regionales, prueba de que las malas hierbas difícilmente se extirpan.


Otros, los estilitas, del griego stylos, columna, para evitar el vagabundeo, vivían sobre columnas, en una inmovilidad casi absoluta. Gracias al ascendiente de su fundador, san Simeón el Grande, el estilitismo se propagó prodigiosamente en Siria, suscitando numerosas vocaciones entre sus conciudadanos.


Otra numerosa categoría de monjes sirios fueron los reclusos o recluidos voluntarios. Eran ascetas que, para evitar el mundanal ruido, se encerraban en celdas estrechas, donde no hablaban más que con Dios.


En la primitiva fauna monástica no podemos olvidar a los hipetros, del griego ypethrios o monjes viviendo a la intemperie. Teodoreto les clasifica en dos grupos: los que se encerraban en recintos no cubiertos, hechos de piedra sin argamasa, en donde el sol les tostaba en verano y el hielo les torturaba en invierno y los que, despreciando el más modesto recinto, se exponían, inmóviles, a la curiosidad general, de tal manera que la gente podía verles y palparles (XXVII).


El fundador de esta ascesis parece haber sido san Marón. Este vivía al aire libre en el períbulo de un templo pagano, situado «sobre una cima venerada por los paganos», seguramente sobre la actual montaña de Qalaat Kalota, a 25 kilómetros al noroeste de Alepo. San Marón tenía junto a sí una tienda, como precaución en caso de lluvia muy intensa, pero raramente se guarecía en ella (XVI).


San Marón tuvo muchos émulos. La misma ascesis fue practicada por su discípulo Jacobo el Grande, que vivía en una montaña «a 30 estadios de nuestra ciudad», es decir, a unos 5 kilómetros de Ciro. No tenía «ni tienda, ni cabana, ni recinto». El cielo le servía de techo. Un crudo día de invierno, habiendo descuidado de guarecerse en una cueva, fue sepultado en la nieve. Así permane­ció tres días. Al cabo de este tiempo, unos campesinos que pasaban por el lugar le sacaron de aquel frigorífico, usando palas y picos. Teodoreto añade: «Todo el mundo podía verle combatir, hasta tal punto que rechazaba las necesidades inevitables de la naturaleza». Finalmente, agotado por las terribles penitencias, cayó enfermo de un flujo de bilis, después sanó y se mantuvo firme hasta su muerte (XXI).


Otro discípulo de san Marón fue Limneo, que practicó la misma ascesis sobre una eminencia que domina el pueblo de Tárgala (XXII). Este asceta tuvo un colega en santidad llamado Abba el Ismaelita, el cual, acostumbrado desde su nacimiento a vivir al raso, juzgaba superfluo el más modesto techo. «Cuando helaba se ponía asiduamente a la sombra y en la más fuerte canícula buscaba el ardor del sol» (IV).


Monjes a la intemperie fueron: Eusebio que vivía cerca del pueblo de Asijas (XVIII), Moisés, el cual, para sentir más rigurosamente las variaciones de temperatura, se estableció sobre una cima que domina el poblado de Rama (XXIII) y Juan. Este cortó un almendro que en verano le procuraba un poco de sombra, «con el fin de privarse de este placer» (XXIII).


También hubo mujeres que se impusieron esta ruda penitencia. Maranna y Cira, nobles damas de Alepo, se encerraron en un recinto sin techo, situado en un arrabal de la ciudad. Obturada la puerta a cal y canto, «soportaron la lluvia, la nieve y el sol» (XXIX).


El obispo de Ciro, haciéndose eco de esta euforia mística de sus conciudadanos, añade: «Podría citar otros muchos en nuestras regiones, en las montañas y en las llanuras, tan numerosos que es difícil enumerarlos y más aún escribir sus vidas» (XXIII).

Posted by ORDEN BONARIA :: 3:59 PM ::
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Sunday, October 08, 2006

SACERDOCIO: INSTITUCIÓN DIVINA.


La característica particular de la Iglesia Ortodoxa, al igual que todas las iglesias antiguas (armenia, catolico-romana, copta, nestoriana etc.), es la presencia del sacerdocio y de servicios Divinos. Las comunidades cristianas aparecidas después de Lutero (1520) no reconocen el sacerdocio, ni los servicios Divinos, pero hay que saber que ellos no aparecieron por causas humanas, sino fueron instituidos por el Dios Mismo.Es indudable que en el sentido espiritual y moral, todos los hombres son iguales ante Dios, quien sin preferencias los juzga y les tiene piedad, como a Sus hijos. Sin embargo, el ap. San Pablo hace la comparación con el cuerpo humano, donde los distintos órganos cumplen diversas funciones; así en la Iglesia es necesaria distinta jerarquía de los servidores de Dios.
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No la gente, pero el Mismo Señor Jesucristo "y él mismo constituyo a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros pastores y maestros; a fin de perfeccionar a los santos para la obra de ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo" (Efes. 4:11-12).Paulatinamente se producía la selección y la preparación de los primeros servidores de la Iglesia. Casi desde los primeros días de Su prédica, el Señor Jesucristo separó unos hombres entre sus oyentes, y los preparó para ser Sus mensajeros y continuadores de Su obra. Él les encargó traer nuevos discípulos por el medio de enseñanza y bautismo (Mat. 28:19), realizar la Eucaristía (Luc. 22:16), absolver los pecados (Jn. 20:21-23), difundir y fortalecer a la Iglesia, fundada por Él. "Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes remitiereis los pecados, les son remetidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos" (Jn. 20:21-23). Algo más tarde, dijo: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén" (Mat. 28:19-20).
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Aquí, Jesucristo no solo apoderó Sus elegidos discípulos para el servicio apostólico, sino también les fortaleció con el don especial del Espíritu Santo. Plenamente, este don ellos recibieron después de la Ascensión del Señor al Cielo, en el día de Pentecostés (Hech. 2-do cap.).Todo lo acontecido con ellos, los Apóstoles lo tomaron como una indicación superior. No fue decisión tomada por ellos, ni por la sociedad, ni por condiciones externas, sino el Mismo Dios les encomendó la misión del servicio apostólico. "Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación" - dijo el ap. Pablo sobre el llamado que recibió (2 Cor. 5:18).En el principio, los apóstoles personalmente enseñaban la fe cristiana, bautizando a los creyentes. Imponían sus manos sobre ellos para trasmitir los dones de Gracia; realizaban la Eucaristía y dirigían las comunidades cristianas fundadas por ellos. Pero, como se ve en el libro de los Hechos, de las Epístolas y de los escritos cristianos de primeros tiempos, los apóstoles se preocupaban mucho para atraer ayudantes, como "pastores y maestros".
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A ellos les preparaban como sus herederos y les imponían las manos para ser obispos, sacerdotes y diáconos. No lo hacían a cualquier persona que lo deseaba, sino solamente a los elegidos por ellos, y les encargaban cumplir los deberes que ellos mismos recibieron por orden del Señor. Las consagraciones no tenían carácter temporal, sino era un plan elaborado, que todos los apóstoles seguían. Actuando así, ellos ponían la base de una fuerte y segura estructura jerárquica, que debía asegurar el desarrollo correcto y la difusión de la Iglesia de Cristo para todos los siglos venideros.Sobre la necesidad de autoridades definidas en la Iglesia, el ap. Pablo escribe: "según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsase conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el de reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría" (Rom. 12:6-8). Exhortando a las personas encargadas, de realizar su función con celo, el Apóstol prohibía severamente de apoderarse por sí mismo de algún puesto en la Iglesia, ya que "y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón" (Heb. 5:4). De tal manera, ninguna persona por más moral y calidades útiles que posee, no tiene derecho sin autorización de la Iglesia, hacerse sacerdote y dirigir a otros. De su propia elección, el apóstol escribe: "No de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos" (Gal. 1:1). "Téngamos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios... se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel" (1 Cor. 4:1-2).

Posted by ORDEN BONARIA :: 3:07 AM ::
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Sunday, October 01, 2006

6. ¿Cuáles son las causas del fundamentalismo islámico?



Durante estos días, hemos publicado y dado explicaciones sobre lo que creemos que es el Islam, buscando la belleza de la filosofía y el entendimiento de la vida, con nuestra propia ignorancia sobre esta religión.
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Se habla de fundamentalismo islámico, pero también existe un fundamentalismo cristiano, un fundamentalismo social, etc...
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Fundamentalismo es una tentación permanente de toda religión que en ciertas épocas se manifiesta más que en otras. Si la filosofía y la ciencia árabes influyeron profundamente en la Europa del siglo trece, fue porque las sociedades musulmanas permitían una amplia libertad de pensamiento político, científico y religioso. El convencimiento de que la razón humana no podía ser contraria a la revelación divina, ya que las dos provienen en última instancia de Dios, evitaba las reticencias contra los filósofos, teólogos y científicos.
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Las ciencias siempre acabarían “dando la razón” al islam. Tal espíritu de apertura se fue cerrando progresivamente. Muchos autores musulmanes actuales consideran que la decadencia del islam comenzó, a finales del siglo X, al cerrarse el canon jurídico de las cuatro escuelas citadas. Se cerraba así el derecho al “esfuerzo” interpretativo y se abría la puerta a los fundamentalismos. En adelante, el derecho se vería obligado a repetir las soluciones jurídicas de una de las cuatro escuelas antiguas. El olvido de la filosofía de Averroes se suele mencionar también como causa de la decadencia del islam. Y mientras el islam lo olvidaba, Occidente lo acogía.
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Hete aquí, según el islam, la clave del éxito occidental. Pero las causas del fundamentalismo islámico no son sólo internas. El colonialismo europeo primero y americano después, han creado un sentimiento de humillación muy fuerte en la población musulmán. La respuesta del porqué de tal situación se ha formulado en términos religiosos: “el islam ha sido infiel”. Para añadir en seguida, “ha sido infiel a la sharî’a”. Ya tenemos, pues, las bases para un resurgir de la escrupulosidad jurídica.
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Los recuerdos de la edad de oro han llevado a soñar la restauración exacta del antiguo mundo. El islam modernista, en cambio, defiende la recuperación del espíritu crítico y científico del pasado. Muchas son las voces que reclaman una reapertura de la puertas de la interpretación (ijtihâd).

Posted by ORDEN BONARIA :: 4:08 AM ::
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Sunday, September 24, 2006

LOS HIJOS.

Pero la familia cristiana no es una iglesia sólo para los esposos, ella debe serlo también para los hijos. Ellos son el fruto natural del matrimonio, y los padres que no tienen hijos según la expresión de un teólogo, están algo así como ofendidos, aunque esto ocurre algunas veces por designios especiales de Dios. Por ello los padres deben desear hijos y hasta rezar por ello, como rezaron muchos justos; y cuando Dios brinda hijos, darles una educación cristiana.La educación de los hijos es una gran obligación de los padres cristianos.
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El alma infantil es una "tarea rasa" y en suficiente un mero roce para que las huellas se impriman en ella para toda la vida. Es por ello, que la educación debe ser seria y completa. El hombre está formado de cuerpo y alma, una y otra fase del ser humano necesitan educación. El cristianismo no es enemigo de la salud. Por ello manda preocuparse por el cuerpo y desarrollar el organismo infantil, reforzarlo por todos los medios pasionales. Pero es aún más importante la educación del alma. En esto hay que educar la mente de la persona, su voluntad y sentimiento de tal manera que todas las fuerzas del alma estén encaminadas a todo lo bueno, lo enaltecido y lo hermoso. El obispo Teófano, el recluso, da hermosas enseñanzas con respecto a la educación de los hijos. Él dice: "En el niño, hay que formar la mente, el temperamento y la devoción. La inteligencia desarróllala sólo si puedes; y si no entrégala a la escuela o ten un maestro."Es más necesario para ello la sensatez que la ciencia, para lo cual se estudia aun sin ciencia. El temperamento no se forma con otra cosa que no sea el propio buen modelo y el alejamiento del mal ejemplo de los extraños. Aún más necesaria es la devoción de los hijos. Las acciones piadosas las realizan todos por la gracia de Dios. Que el niño participe de las oraciones matinales y vespertinas, que esté en el templo con la mayor frecuencia posible y que comulgue por vuestra fe lo más a menudo posible, que siempre escuche sus conversaciones piadosas.
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Los padres deben hacer de su parte todo lo que permita al niño, cuando tenga plena conciencia, reconocer con mayor fuerza que es cristiano. La fe la oración, y el temor de Dios están por encima de cualquier adquisición. Hay que guiar a los niños en las costumbres decorosas en la palabra, en la vestimenta, en la postura, en el comportamiento delante de los otros. El decoro parece ser una cosa insignificante empero preocupa y altera al que no está acostumbrado a él. Hay que enseñarles también el arte, particularmente el canto, el dibujo, la música y otros. Ellos proporcionan un descanso agradable al espíritu y buen humor" (Obispo Teófano, "Ensayos de moral cristiana," pág. 481-483). Pero ¿quién en la familia debe ocuparse de esta educación? Esta responsabilidad descansa ante todo sobre el esposo. A él se dirigen las palabras del apóstol: "y vosotros, padres, no irritéis a vuestros hijos, al contrario, educadlos según la enseñanza y la doctrina del Señor" (Efesios 6,4).El esposo es el primer miembro de la familia, por ello él debe dirigir la educación. A él deben recurrir ante cualquier explicación o incomprensión. Ante los ojos de los hijos él debe ser ejemplo de sabiduría, firmeza y amor. Él debe enseñarles y alentarlos hacia todo lo bueno. En caso de desobediencia debe hacerlos comprender y en casos extremos, castigarlos. Pero el castigo no debe ser expresión de cólera e irritabilidad, sino que debe ser percibido por los niños como una medida imprescindible de enmienda, como la otra cara del amor paterno. En tal relación los niños amarán a su padre, pero al mismo tiempo, lo respetarán y sentirán el así llamado temor filial.Pero la educación es predominantemente cuestión de la madre. No en vano posee ella las cualidades morales que armonizan con la naturaleza de los niños y la hacen indispensable para ellos. La madre entiende instintivamente las necesidades del niño que aún no habla y apenas si es capaz de pensar. Si él llora, ella sola es capaz de calmarlo con su dulce y tierna voz, sólo ella puede explicarle al niño sus primeras impresiones infantiles.
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Lo que el maestro confía sólo a la memoria, la madre sabe expresarlo en el corazón; a lo que aquel sólo suscita fe, ella le infunde amor.En este sentido, la madre tiene gran predominancia ante el padre. "La madre - según expresión de Smiles- crea de manera especial la atmósfera moral del hogar, esta atmósfera es a su vez alimento para la esencia moral de la persona, tal como la atmósfera física lo es para el cuerpo. Mientras el padre educa más con la ayuda de la autoridad y la razón, la madre logra el mismo resultado con el cariño y la ternura del corazón. El padre somete la voluntad del niño mayormente por medio del respeto hacia sí mismo, en cambio la madre dispone de esa voluntad con ayuda del amor. Por ello, muchas madres se niegan en vano a la educación y consideran la maternidad algo bajo y limitado. La maternidad es un alto servicio a la sociedad, a la patria y a toda la humanidad. El artista pinta en colores o esculpe en mármol una imagen maravillosa, una obra de arte singular. La madre puede moldear del niño la imagen de Dios, educar una personalidad clara, que sea orgullo y gloria de la humanidad. El científico, el pensador, el escritor enriquecen el mundo con nuevas y grandes ideas; la madre puede encarnar estas ideas en una persona viva, sus hijos. ¿Acaso no está en esto el orgullo y la gloria de la madre? En la antigua Roma había dos hermanos Gracos, jóvenes singulares: toda su corta, pero gloriosa vida lucharon y murieron para el bien de sus hermanos menores y oprimidos. Ambos debían su carácter noble a la cuidadosa educación de su madre. Siendo ellos ya adultos le ocurrió estar a la madre en compañía de ricas y renombradas mujeres romanas.
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Ellas se jactaban: quien con el lujo de sus vestidos, quien con la belleza de su rostro y porte, quien con costosos anillos, aros y collares; la madre de los Gracos llamó a sus hijos y señalándolos dijo: "He aquí mi orgullo, y al mismo tiempo orgullo del pueblo romano." Por esto madres como estas son el orgullo de los hijos y despiertan en ellos no sólo amor sino también veneración.

Posted by ORDEN BONARIA :: 3:39 AM ::
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Saturday, September 16, 2006

EL CRISTIANISMO EN ORIENTE.

Uno de los actos del emperador Constantino que tuvo más repercusión dentro del mundo cristiano, fue su decisión, en el año 330, de trasladar la capital del Imperio desde Roma hasta una "Nueva Roma", la ciudad de Bizancio, en el punto más oriental del mar Mediterráneo.
La nueva capital, Constantinopla (actual Estambul), así llamada en honor del emperador, se transformó también en el centro intelectual y religioso del mundo cristiano de Oriente. Mientras que el mundo cristiano de Occidente se fue centralizando de forma progresiva: una pirámide cuya cima la constituía el papa de Roma los principales centros del mundo oriental, Constantinopla, Jerusalén, Antioquía y Alejandría, se desarrollaron de forma autónoma. El emperador de Constantinopla tenía una posición muy destacada en la vida de la Iglesia. Por ejemplo, él era quien convocaba y presidía los concilios generales de la Iglesia, órganos supremos de la legislación eclesiástica con respecto a la fe y a los códigos morales.
Esta relación especial que surgió entre la Iglesia y el Estado se denominó, con una simplificación excesiva, cesaropapismo. Fomentó una cultura cristiana (como lo atestigua la gran basílica de Santa Sofía en Constantinopla, erigida por el emperador Justiniano I), que unió y sintetizó elementos cristianos y de la antigüedad clásica.
El problema radicaba en que esta simbiosis podía significar que la Iglesia se subordinara a la autoridad del Estado. La crisis del siglo VIII respecto a la legitimidad del uso de imágenes en las iglesias cristianas significó también un choque entre la Iglesia y el poder imperial. El emperador León III el Isaurio las prohibió, precipitando así un conflicto en el que los monjes de Oriente se convirtieron en los principales defensores de los iconos. Más adelante, se restauró el culto a los iconos, lo que supuso una medida de independencia para la Iglesia respecto al Estado (véase Iconoclasia). Durante los siglos VII y VIII, tres de los cuatro centros orientales cayeron bajo la influencia expansiva del islam; el único núcleo que quedó sin conquistar fue Constantinopla, que fue sitiada en repetidas ocasiones, hasta que cayó en manos de los turcos en 1453. Sin embargo, la lucha con los musulmanes no era tan sólo de carácter militar. Tanto los cristianos de Oriente como los seguidores del profeta Mahoma trataban de aumentar su mutua influencia en aspectos de índole intelectual, filosófica, científica e incluso teológica.
El conflicto con respecto a la adoración de las imágenes resultó ser tan grave porque amenazaba un rasgo fundamental de la Iglesia de Oriente: su liturgia. El cristianismo de Oriente era, y sigue siendo, una forma de culto a partir del cual surge una forma de vivir y de pensar. La palabra griega ortodoxia (junto con su sinónimo, en esloveno, pravoslavie) se refiere a la manera correcta de alabar a Dios, lo cual resulta indisociable del modo correcto de proclamar la verdadera doctrina de Dios y de vivir de acuerdo con su voluntad. Este énfasis aportó a la liturgia y a la teología de Oriente una categoría que los observadores occidentales, incluso durante la edad media, caracterizarían como mística, categoría que se intensificó por la fuerte influencia que ejercía el neoplatonismo sobre la filosofía bizantina. A pesar de que el monaquismo de Oriente, por lo general, se mostraba hostil ante estas corrientes filosóficas de pensamiento, se llevaba a la práctica una vida de devoción bajo la influencia de los escritos de los Padres de la Iglesia y de teólogos, como san Basilio, que habían asumido un cristianismo helenístico del que partían muchas de esas ideas filosóficas.
Todos los rasgos distintivos del cristianismo de Oriente, como la ausencia de una autoridad eclesiástica central, la estrecha relación con el Imperio, la tradición litúrgica y mística, el uso continuado de la lengua y de otros elementos de la cultura griega, así como su aislamiento a causa de la expansión musulmana, contribuyeron a su alejamiento de Occidente, lo que por último desembocó en el cisma entre las iglesias occidental y oriental. De modo general, los historiadores fechan el Gran Cisma a partir de 1054, cuando Roma y Constantinopla se excomulgaron mutuamente, aunque también se puede decir que la fecha fue 1204, cuando ejércitos procedentes de Occidente, de camino para arrebatar la Tierra Santa del dominio otomano (véase Cruzadas), atacaron y arrasaron la ciudad cristiana de Constantinopla. Cualquiera que sea la fecha, la ruptura entre el cristianismo oriental y el occidental se ha mantenido hasta hoy, a pesar de los repetidos esfuerzos por lograr la reconciliación.
Uno de los puntos de conflicto entre Constantinopla y Roma, a comienzos del siglo IX, fue el relativo a la evangelización de los eslavos. Pese a que muchas tribus eslavas, como los polacos, moravos, checos, eslovacos, croatas y eslovenos terminaron envueltas en la órbita de la Iglesia de Occidente, la gran mayoría de la población eslava se convirtió al cristianismo de acuerdo a las normativas de la Iglesia oriental (bizantina). Desde su temprana fundación en Kíev, la ortodoxia eslava impregnó Rusia, donde los rasgos distintivos del cristianismo de Oriente, ya descritos, enraizaron con mucha fuerza. La autoridad autocrática del zar moscovita imitó algunas de las atribuciones del cesaropapismo bizantino; el monaquismo ruso se dejó influir por el ascetismo y la devoción cultivada en los monasterios griegos del monte Athos. El énfasis en la autonomía cultural y étnica hizo evidente, desde muy temprano, que el cristianismo eslavo tenía su propio lenguaje litúrgico (conocido aún como antigua Iglesia eslava). Por otra parte, esta Iglesia fue incorporando los estilos artísticos y arquitectónicos importados de los centros ortodoxos de las zonas de habla griega.
En la Iglesia de Oriente también había algunos grupos eslavos de los Balcanes (serbios, montenegrinos, bosnios, macedonios y búlgaros), albaneses, descendientes de los antiguos ilirios, y rumanos, un pueblo de lengua romance. A lo largo de los siglos de dominio turco en los Balcanes, algunas de las poblaciones cristianas locales fueron forzadas a convertirse al islam, como en el caso de algunos bosnios, búlgaros y albaneses.

Posted by ORDEN BONARIA :: 11:35 AM ::
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Sunday, September 10, 2006

¿DEVOCIÓN A DIOS?

La Sagrada Biblia, cuando estamos leyendo el antiguo testamento, podemos ver que cuando se habla de Dios, en la mayoría de los textos, aparece un Dios vengativo, Cruel, del que se tiene que tener miedo, esto me llevo a una pequeña investigación, pudiendo llegar a la conclusión de que la Sagrada Biblia esta escrita por el hombre, puede que en sus mentes no alcanzaran a entender la inmensidad del Señor, o que viendo su extraordinario poder, pudieran entender que mejor temerle que cualquier otra cosa. Jamás debemos pensar en un Dios vengativo y cruel, al que tenemos de temer y suplicarle nuestra salvación. En mi pensamiento, Dios es Amor, Misericordia divina, es perdón, un ser que envía su único hijo, para la salvación del hombre, jamás puede ser un Dios vengativo y cruel. Debemos tratar a Dios como nuestro amigo íntimo. Éxodo 33:12-13, "Y dijo Moisés a Jehová: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién enviarás conmigo. Sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos. Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo".
Nuestra devoción a Dios debe ser sincera. 1 Crónicas 28:9, "Y tú, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele con corazón perfecto y con ánimo voluntario; porque Jehová escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si lo dejares, él te desechará para siempre". Mateo 12:30, "El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama". Incluso en estas palabras, debemos tener en cuenta de que Dios, en su inmensa misericordia, hasta al más descarriado de sus “hijos”, acogerá de nuevo en su casa.
Los que buscan al Señor de todo corazón son llamados "bienaventurados". Salmo 119:2, "Bienaventurados los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan".
No se necesitan intermediarios para poder pedir perdón por nuestros pecados, basta con nuestro recogimiento interior y pedir misericordia por nuestras faltas y nuestros errores desde el centro de nuestra alma y con todo nuestro corazón.
La Sagrada Biblia, no es solo un gran libro de historia, es una fuente infinita de sabiduría, en su interior podemos encontrar textos con un gran poder, poder de curación, el poder del lo que fue primero EL VERBO. Así como los budistas utilizan los Mantras para hacer que sus oraciones tengan un efecto, en los Salmos, podemos encontrar el mismo efecto.

Días finales

Los que no son cristianos encuentran difícil creer que estamos viviendo en los últimos días de la historia de esta tierra, que actualmente conocemos, un futuro incierto se muestra delante de nuestros ojos, cambios geológicos, cambios políticos, sociales, demográficos, emigraciones, éxodos, un movimiento importante en las grandes religiones, un largo etc. Que, sin dudar hacen que nuestra amada Tierra, sufra un cambio imprevisible e irremediable. II Pedro 3:3-4, "Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento: Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación". Muchos son los que nos advierten de la llegada del Anticristo, textos antiguos, profecías lejanas, todas nos indican que pronto puede haber un cambio.
La llegada del anticristo es una señal del fin de una era, de un tiempo tal y como lo conocemos actualmente, no necesariamente el fin del mundo de manera en que nada ni nadie sobreviva. 1 Juan 2:18, "Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo".
¿Dijo Jesús cuándo vendría el fin? Mateo 24:14, "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin".
En los últimos días habrá hombres que se harán pasar por Jesús y tratarán de engañar a la gente. Mateo 24:23-24, "Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos".
Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. Mateo 24:29-30, "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas".
¿Cómo se comportará la sociedad en esos días de caos momentáneo?, ¿Qué condiciones morales caracterizarán a la sociedad en esos últimos días? II Timoteo 3:1-5, "También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita". Surgirán lideres que predicaran falsos testimonios, nuevas tendencias, nuevas modas, una falta de moralidad y de Cristiandad. Puede que incluso parezca que se preocupan de los menos favorecidos, simplemente apariencia, engaño. Tengamos precaución delante de semejantes hombres.
Un aumento en conocimientos y viajes es una señal de los últimos días. Daniel 12:4, "Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin. Muchos correrán de aquí para allá, y la ciencia se aumentará".
¿Qué otras señales podremos ver en esos días? Lucas 21:25-26, "Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas".
El hablar de paz y seguridad es una señal de los últimos días. Debemos darnos cuenta de los últimos conflictos acontecidos casi sin previo aviso, guerras absurdas, situaciones de desconcierto a causa del comportamiento del hombre, y no solo en países tercermundistas, si no en países de primer orden como Israel o España con el trato a los emigrantes africanos abandonados a su suerte en medio de macro ciudades. Comportamientos nada cristianos, en países de historia suficiente para aprender de ella. 1 Tesalonicenses 5:2-3, "Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche; que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán".
¿Cómo debemos comportarnos en situaciones semejantes? Mateo 24:42-44, "Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir nuestro Señor. Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis". Intentemos llevar lo mejor que podamos las leyes del Señor, practiquemos la caridad Cristiana, hagamos que a nuestro Señor, le hallemos gracia en sus ojos, en nuestra mano está poder cambiar la situación, con pequeños cambios, empezando por nuestro propio comportamiento.
¿Futuro?
Dios promete la vida eterna a todos los que creen en su Hijo. En el sacrificio su Unigénito por salvar al mundo, en el que preserva sus leyes, en el que cuida de los demás sin esperar nada a cambio, en el que guarda los MANDAMIENTOS. Juan 3:16, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". La vida eterna es un don para aquellos que confían en Jesús.1 Juan 5:11-12, "Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida".
Nuestro futuro en el cielo comienza cuando Jesús venga por segunda vez. 1 Tesalonicenses 4:16-17, "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor". En su segunda venida, Jesús nos hará perfectos, así como él lo es. Filipenses 3:20-21, "Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas".
Debemos preparar nuestra alma para la transición a la casa del Padre, pero, sin olvidar nuestro cuerpo, ya que para poder alcanzar la gloria de Dios, nuestra alma debe pasar por un aprendizaje, debemos conocer la diferencia entre el bien y el mal, debemos encontrarnos y encontrar el camino de Dios, no importa como, lo importante es el final, el poder llegar a Jesús en el reino de Dios. Solo de esta manera llegaremos a casa del Padre. ¿Qué dice la Biblia acerca del cielo? 14:2-3, "En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis".
La casa del Padre es inimaginable para el hombre, solo debemos saber, que de soplo divino venimos, que dentro de nosotros existe una minúscula parte de la esencia de Dios, es por ello, que cuando lleguemos a él volveremos a estar en casa, como era en un principio, animales y hombres conviviendo juntos.1 Corintios 2:9, "Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman".
El profeta Isaías describe las condiciones de un futuro perfecto. Isaías 65:21-23, "Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. No edificarán para que otro habite, ni plantarán para otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos. No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición, porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos". La paz se extenderá hasta el reino animal. Isaías 65:25, "El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová".

Los enfermos serán sanados. Isaías 35:5-6, "Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo". Dios vivirá con su pueblo y no habrá más muerte, ni llanto, ni dolor. Apocalipsis 21:3-4, "Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".

Entereza.
A Dios le disgusta la indecisión en asuntos espirituales. Apocalipsis 3:15-16, "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojala fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca".
Seamos firmes en nuestras decisiones, no podemos consentir los cambios de opinión por motivos políticos o de conveniencia para intentar agradar a uno y luego al otro, seamos firmes, no prediquemos que somos humildes y vayamos con báculos de oro y plata, no prediquemos que somos espirituales, y no cumplamos las leyes de Dios. No hablemos de hacer el bien al necesitado y hagamos acopios de riqueza solo para disfrutarla nosotros. Isaías 50:7, "Porque Jehová el Señor me ayudará, por tanto no me avergoncé; por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado".
Servir al Señor. Josué 24:15, "Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a
quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová".
Éxito
El saber y el hacer lo que Dios dice es una clave del éxito. No os pido que me creáis, os pido que lo comprobéis por vosotros mismos. Josué 1:8 "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien".
Salmos 20 -Oración pidiendo la victoria. Salmo de David.1 Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda. 2 Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga. 3 Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah 4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo. 5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones. 6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra. 7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria. 8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie. 9 Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
La fuerza de este salmo nos permite la obtención de éxito en lo que emprendamos, la fuerza del verbo, la divinidad de Dios.

Juicio Divino
Apocalipsis 20:12, "Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras".

Todos seremos juzgados por lo que hayamos hecho, nuestra conducta en la Tierra para con nuestros semejantes, será nuestra defensa y nuestra prueba delante del Señor, se nos medirá con la misma vara con la que nosotros hayamos medido a nuestros hermanos. Mateo 16:27, "Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras". Es hora de intentar hacer un cambio en nuestra conducta, no es tarde, no os pido que os convirtáis en Ángeles con alas, ni que intentéis llevar la vida de Maria Teresa de Calcuta o la de Gandhi, simplemente utilizar el sentido común, y no hacer a los demás lo que no nos gustaría para nosotros, practicar de corazón la caridad Cristiana, y Amar un poco mas todo lo que nos rodea. Sobre todas las cosas, no ser hipócrita y falso, no sirve de nada ir por la vida de místico o de espiritual, y no serlo en el interior, Dios conoce la verdad de cada uno de nosotros, a él nada se le escapa. Seamos honestos, y que la honestidad empiece por uno mismo. Todos nosotros compareceremos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno de nosotros recibamos según lo que hayamos hecho mientras estábamos en el cuerpo, sea bueno o sea malo. Nada quedará escondido en el juicio
La norma del juicio será la ley de Dios. Santiago 2:10-12, "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho trasgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad". Hechos 17:31, "Por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos".
Daniel 7:9-10, "Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos".
Cristo será nuestro abogado defensor. 1 Juan 2:1, "Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo". ¿Qué pruebas podría presentar Cristo en nuestro favor? Apocalipsis 3:5, "El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles".

¿Podríamos nosotros, seres insignificantes delante de la magnificencia de Dios, juzgar a nuestros semejantes con la justicia de Dios?
Isaías 11:3-5, "Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos; sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío. Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura". Más pensemos que los juicios que hagamos a los demás regresarán para juzgarnos después a nosotros. Mateo 7:1-2, "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido".

Pastores
Los pastores debemos ser fieles a las responsabilidades familiares y a las reflexiones de la verdad divina. 1 Timoteo 3:2-7, "Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo".
Los pastores no debemos buscar posiciones de importancia. El trabajo en el anonimato, es la mejor baza para un trabajo bien hecho y de calidad, no hace falta estar en las portadas de las revistas o periódicos por hacer nuestro trabajo. 1 Corintios 4:6, "Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y a Apolo por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros". Los pastores debemos enseñar con palabras y con nuestro ejemplo. Hechos 20:28, "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre".
“Obispo es palabra de labor y no de honor”
Soberanía Divina
Dios es más grande que nuestra comprensión. Job 36:26, "He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, ni se puede seguir la huella de sus años". Su soberanía es imponente. Job 37:23, "El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; y en juicio y en multitud de justicia no afligirá".
Su Amor como soberano se extiende a cada parte de nuestra vida. Romanos 8:38-39, "Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro".

Unidad

La unidad debe ser una señal distintiva de los cristianos. Filipenses 2:1-2, "Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa". Jesús oró para que su pueblo fuera unificado. Lo cual indica un camino que debemos seguir y que no seguimos, oremos todos para que la fuerza de Cristo nos vuelva a unir como era en un principio, Juan 17:11, "Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros". En vez de buscar los puntos discordantes entre una religión y otra, busquemos los puntos de unión, al igual que, en vez de buscar las faltas y reproches a nuestros vecinos, busquemos puntos de unión entre los pueblos, seguro que nos sorprendemos viendo la enorme similitud que hay entre nosotros y ellos.

Está en nuestras manos y nuestros corazones evitar un proceso que hasta la fecha parece imparable, podemos hace que un nuevo soplo de esperanza e ilusión recorra la faz de la Tierra, podemos lograr que nuestros jóvenes en vez de tener desprecio a la vida, vuelvan a tener ilusión por ella. Tenemos que hacerlo unidos todos luchando por lo mismo, por un interés común, para que la herencia de nuestros hijos sea un mundo mejor, fértil, sin muertes absurdas, ni conflictos entre naciones que no llevan mas que a la destrucción de grandes civilizaciones y de inocentes.
CAMBIEMOS NUESTRO FUTURO AHORA…. PODEMOS CONSEGUIRLO UNIDOS.

Posted by ORDEN BONARIA :: 9:45 AM ::
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Sunday, August 27, 2006

EL DESENGAÑO ES POSITIVO.-

Conversación con BASILI GIRBAU ermitaño de Montserrat.

Una hora escasa de camino separa la ermita de la Santa Creu del Monasterio de Montserrat, que podemos ver claramente a nuestros pies, igual que distinguimos los puntitos de color que son los escaladores ascendiendo por la pared de la montaña. Abajo, muy lejos, el mundo, sus brillos y sus sombras. La ermita es una de tantas cuevas que horadan suavemente la montaña sagrada. Está cerrada con una cristalera, habilitando un reducido espacio que contiene una cama, una mesa, dos sillas, un hornillo de gas, una estantería con libros, una cruz, un par de retratos de Ramana Maharshi (Sabio hindú de este siglo) y un altar. Suficiente para el padre Basili, "El ermitaño de Montserrat", que lleva quince años viviendo como Blanquerna, levantándose al alba, rezando y meditando, después de haber recorrido medio mundo como Ramón Llull. El padre Basil, de 66 años, luenga y poblada barba, un erudito conocedor de lenguas tan dispares como el árabe, el alemán o el hebreo, es en la actualidad el único habitante de las doce ermitas que hay en Montserrat.


- A fines del siglo XX, en una sociedad volcada al consumismo, ¿es posible vivir ascéticamente, como un ermitaño?
- Para el hombre que quiere hacerlo todo es posible con la ayuda de Dios. Existe una gracia, un no sé qué, un amor, que me da fuerzas para ir descubriendo que se puede vivir feliz sin tener que satisfacer tantas necesidades. Hay mucha gente que cree que si no tiene esto o lo de más allá no puede ser feliz. Y entonces, cuando quizás lo consigue tras muchos esfuerzos llega la pregunta: "¿Y ahora qué? ¿Más cosas?".

- ¿Y usted se ha contestado esta pregunta?
- Vivir. No se trata de filosofar ni de hacer un discurso, Estás aquí ¿Qué más quieres? Respiras. Tu corazón palpita. ¿Qué importa ayer? ¿Qué importa el mañana? Estás aquí. Entonces ríe, ríe a reventar. Tienes lo indispensable. No te hace falta ni más ni menos.

- ¿Cómo tomó la decisión de retirarse aquí?
- Generalmente acostumbro a contestar que no lo sé. No existe una explicación puramente racional, no es sólo la mente la que actúa, es toda una corriente de vida que toma formas diversas. Aunque, ciertamente, no se me hubiera ocurrido pedir permiso para vivir en esta ermita si no me hubiera precedido un monje, el padre Estanislao, que estuvo aquí hasta el año 1972 y que continúa viviendo como ermitaño en otro lugar. Lo que deseo únicamente es profundizar en mi conciencia. Y con este profundizar creo que estoy ayudando a todos los hombres; no sólo yo, sino todos los que lo hagan. También pienso que es importante encontrar aquella dimensión que te ayuda a realizar la comunión con todas las personas, y esta distancia que te separa de donde las personas viven juntas, conviven, en cierta forma te ayuda a comprender mejor que es eso de la convivencia y te hace sentir mucho más cerca de ellas, aunque de otra manera.

- ¿No resulta difícil soportar esta soledad?
- Es algo que habría que preguntar al inquilino de uno de esos bloques anónimos, rodeado de centenares o miles de personas pero que vive una soledad realmente terrible. La soledad habita en el corazón. Yo no estoy en soledad. Es algo totalmente exterior al hecho de que yo es te viviendo en esta semi cueva, en plena montaña. Si vives en plenitud no puedes estar solo. Estarás solo en el sentido de que no estás cerca de otros hombres, pero únicamente en este sentido. Para mí la auténtica soledad es la carencia, la ausencia de Dios, la ausencia de esta plenitud, este apuntar a la trascendencia...

- ¿Que la ha aportado hasta el momento su retiro aquí?
- Paz, júbilo, silencio interior, desprendimiento o desapego de las cosas que pasan y ver cómo la fe, el amor, la plegaria, inciden realmente y se constata lo útiles que son.

- Hoy en día, ¿Cual es la misión de las personas que, como usted, se dedican a la contemplación?
- Como ya he dicho, pienso que la fuerza del amor, de la plegaria, tiene un efecto real en el mundo, y que cualquier hombre que decida profundizar en su interior y cultivar la vida espiritual más allá de la materia está ayudando a todos los hombres.

- A primera vista parece que existen numerosos puntos de contacto entre la contemplación, la mística cristiana y diversas corrientes religiosas orientales que han creado una nueva espiritualidad en la segunda mitad del siglo...
- Sí. Existen. Por ejemplo, un autor medieval del siglo XIV, anónimo, posiblemente un monje cartujo, escribió un libro llamado "La nube del no saber", un tratado precioso de contemplación con postulados muy parecidos a lo que es la meditación Zen. El mismo San Juan de la Cruz aconseja para llegar a la unión con la divinidad practicar los mismos ejercicios que en la meditación trascendental, intentando vaciar la mente: "simple atención amorosa a Dios, sin ningún pensamiento concreto y particular", creo que dice. En mi caso fue Ramana Maharshi, un hindú a quien conocí a través de un libro en 1963, quien realmente me abrió un camino práctico a la interiorización. Ciertamente, existen muchos caminos en la tradición cristiana pero, por lo que sea, están es desuso. Ramana Maharshi era lo que en la tradición se llama un jivan mukti, un hombre sin mente. Ya no le hace falta hacer funcionar su mente porque Dios ha llenado su espíritu. El dice: "Cuando la luna -que sería la mente- es iluminada por el sol durante la noche, su luz te ayuda a ver, pero cuando el sol ilumina a la luna -esa luna de cuarto menguante que se ve durante el día- entonces no utilizas la luz de la luna para ver sino que ves directamente de la luz del sol, que no es la mente, es el si-mismo, el Yo de mi yo, la realidad de toda realidad de la cuál procede, por la cuál es creada tu mente".

- Le he oído decir, en otra ocasión, que en el budismo Zen se dice: "Si te encuentras con Buda en tu camino, mátalo". Y que además Raimundo Panikkar afirmaba: "Si te encuentras con Cristo en tu camino, cómetelo". ¿Que quería significar con ello?
- Exactamente nada. Hay respuestas que debe encontrar uno mismo. Pero sí te diré que el Buda al que hay que matar es el que se encuentra fuera de ti y delante, porque Buda sólo es interior. Igualmente comerse a Cristo significa interiorizarlo y dejarlo que viva por la fe, en tu corazón.

- Hoy en día hay una gran pérdida de la religiosidad, del sentimiento religioso; mucha gente vive de espaldas a la religión, ¿a que puede deberse?
- Bueno, hablamos de todo el mundo como si el mundo sólo fuéramos nosotros, los señores de Europa y América, cuando hay muchos lugares donde hay mucha religiosidad y mucho fervor, mucho sentido de Dios. Ahora, en Occidente es cierto que se da esta falta de religiosidad. Yo creo que se debe, por una parte, a la sobre valoración de las cosas materiales, de la comodidad, del dinero: por otra, a la sobre valoración de la capacidad discursiva de la inteligencia racional sin un sujeto realizado, profundamente realizado. Esto lleva a un gran desarrollo intelectual y técnico que podrían comportar grandes beneficios, pero que es como si estuvieran en manos de un niño irresponsable. Me refiero, por ejemplo, a la energía atómica, que de momento se ha utilizado en la fabricación de armamento en un proceso totalmente irracional, en que el miedo al enemigo ha llevado a armarse hasta los dientes generando una gigantesca capacidad destructiva. Poco inteligente ¿no? Es lo que sucede cuando uno vive a nivel superficial, como se vive en la actualidad. Todo debe estar en proporción. No hay interior sin exterior, no hay fondo sin superficie, ni superficie sin fondo. Lo terrible es vivir la superficie sin ser consciente del fondo, como sería terrible ser consciente del fondo sin ser consciente de la superficie. También la religión puede vivirse a nivel superficial, porque en nombre de la religión se han cometido muchas barbaridades.

- ¿Piensa que a la religión le hace falta también una evolución?
- No; le hace falta una profundización. En la religión no debe evolucionar nada, quien debe evolucionar es el hombre, que ha de encontrar sus raíces, las raíces de sí mismo, el origen, la fuente...

- ¿Que debería cambiar en la sociedad para que fuera mejor, más justa?
- El corazón del hombre. Nada más. Así de simple. Pero es dificilísimo para muchas personas; lanzadas a una serie de inercias casi insuperables.

- ¿Puede haber un nuevo resurgir espiritual en Occidente?
- Sí, claro. A medida que los hombres se vayan desengañando. El desengaño es una cosa muy positiva. Si vives engañado, desengañarte es una liberación. Deseo el desengaño total, de todos, y conforme los hombres se vayan desengañando surgirá la luz. Un desengaño en sentido positivo ¿eh?, para descubrir lo negativo del engaño y para que quede lo que no es engaño...


Posted by ORDEN BONARIA :: 4:23 AM ::
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Sunday, August 20, 2006

INSTITUTO PARA EL DESARROLLO RELIGIOSO ORTODOXO I.D.R.O.


Os invitamos a visitar la web del I.D.R.O. creado por la Proto Eparquía de Madrid.

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Posted by ORDEN BONARIA :: 12:14 PM ::
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