Wednesday, January 18, 2006
ASESINATO LEGAL
Estimados Hermanos, es muy triste observar como en plena modernidad, en la época del Pan y Circo modernos, hayamos perdido la conciencia de la Vida, y la necesidad de respetarla y amarla.
El perdón, ya no existe en nuestros corazones; amancebamos y alimentamos, a los que después, como en el circo romano asesinamos a sangre fría, ante unos espectadores llenos de ira, y relamiéndose de su fría venganza.
Hemos perdido la esperanza en el Hombre, en su evolución, y en que todos cambiamos; porque como dijo Jesús, “… el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Señor, perdónales, porque no saben lo que hacen
La ejecución de un hombre de 76 años en California (EEUU) provocó una acalorada polémica encabezada por quienes se oponen a la pena de muerte para gente de avanzada edad.Pasada la medianoche de ayer, el estado de California ejecutó a Clarence Ray Allen, un reo ciego, sordo y enfermo que el lunes había cumplido 76 años.
Allen es la persona de más avanzada edad ejecutada en California y la segunda mayor de EEUU. El anciano fue condenado a muerte en 1982 por ordenar el asesinato de tres testigos en su juicio.
Esas órdenes fueron dadas mientras el condenado cumplía una condena a cadena perpetua por otro asesinato, según dijeron los fiscales.Allen se desplazaba en una silla de ruedas, padecía diabetes y sufría una enfermedad cardíaca.
Su estado de salud no lo salvó de su condena: ayer recibió la inyección letal, horas después de que el Tribunal Supremo rechazara la petición final de clemencia del condenado, en la que sus abogados argumentaban que estaba enfermo y era demasiado viejo para ser ejecutado.
Además argumentaban que este castigo sería inusualmente cruel, algo que está prohibido por la Constitución de EEUU.De la misma manera se pronunció Stephen Breyer, uno de los jueces del Tribunal Supremo de EEUU, al recordar lo avanzado de la edad de Allen y su deterioro físico, además del largo período de tiempo que pasó en el corredor de la muerte (23 años).
"Creo que estas circunstancias son un gran interrogante sobre si la ejecución podría constituir un castigo cruel", dijo Breyer.
Hasta la fecha, el máximo tribunal estadounidense no ha establecido una edad límite para las ejecuciones, ni ha creado excepciones para los presos enfermos. Pero esta situación podría cambiar, ya que en los últimos tiempos algunos magistrados han expresado interés sobre la cuestión de si una larga estancia en el corredor de la muerte podría suponer un castigo inconstitucionalmente cruel.
Dan Vásquez, antiguo alcaide de San Quintín y uno de los miembros del equipo de defensa de Allen, recordó que sería "particularmente difícil" llevar a cabo la ejecución de Allen "de una manera digna", porque tendría que ser llevado en brazos.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, rechazó concederle la clemencia a Allen bajo el argumento de que la cadena perpetua "no es el castigo adecuado para alguien que ordena asesinar testigos cuando está cumpliendo una condena".
El gobernador destacó que los asesinatos fueron ordenados cuando Allen ya tenía 50 años de edad. "Su conducta no fue resultado de inexperiencia, sino de las decisiones calculadas de un hombre maduro", señaló.Todo indica que Schwarzenegger habrá de enfrentarse a casos similares en ocasiones sucesivas, ya que cinco de los casi 650 prisioneros en el corredor de la muerte de California (el más poblado de todo el país) tienen más de 70 años; 34 tienen entre 60 y 69 y 138 tienen entre 50 y 59 años.
Allen se encontraba entre ese grupo de reos hasta ayer, cuando fue ejecutado en la prisión estatal de San Quentin. Cincuenta testigos, incluyendo algunos familiares de Allen y de sus víctimas, estuvieron presentes durante la ejecución. En su última entrevista, el condenado echó mano de su sangre Cherokee y Chotaw y dijo que, llegado el momento, sus últimas palabras serían las del dicho indio: "Este es un buen día para morir".
Eric Messick, portavoz de la prisión, dijo que el recluso estaba resignado pero de buen ánimo tras celebrar su cumpleaños el lunes pasado, como una trágica coincidencia.De acuerdo con el lúgubre protocolo de la prisión, Allen tuvo derecho a una última cena: un filete de búfalo, pollo de una cadena de comida rápida, pastel de nueces sin azúcar.
Murió como un Jefe Indio, con una pluma en el pecho, para que su espíritu vuele libre.
Posted by ORDEN BONARIA ::
3:28 AM ::
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